Barcelona 1992

Inauguración: La ceremonia inaugural, en el Estadio Olímpico de Montjuic, tuvo lugar el día 25 de julio de 1992 y contó con la presencia de los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía. Durante la misma se representó la escena mitológica de Hércules separando los continentes de Europa y África creando el mar Mediterráneo, así como el nacimiento de la ciudad de Barcelona. Cantaron la soprano Monserrat Caballé (que había grabado una canción para el evento junto con el entonces ya fallecido Freddie Mercury), la mezzo Teresa Berganza y las sopranos Victoria de los Ángeles y Ana Vila. También formaron parte del espectáculo Sarah Brightman, Amigos Para Siempre, el tenor José Carreras, Plácido Domingo, Jaume Aragall, Alfredo Kraus y el barítono Joan Pons. Con un repique de tambores (los famosísimos tambores del Bajo Aragón, Teruel, de los que destacan los tambores de Híjar, Alcañiz o Calanda), un arquero, el atleta Antonio Rebollo, lanzó desde el campo del estadio una flecha en cuya punta relucía el fuego olímpico que, al alcanzar su meta, encendió el pebetero. Se calcula que unos 2.000 millones de personas en todo el mundo siguieron por televisión la ceremonia de apertura de los Juegos. Más tarde, el alcalde de Barcelona Pasqual Maragall pronunció en su discurso varias frases a favor de la paz en la antigua Yugoslavia. El alcalde inició su discurso nombrando la Olimpiada Popular de 1936, que se abortó a consecuencia de la Guerra Civil. Todo el discurso fue narrado en cuatro lenguas oficiales de los Juegos. También estuvo presente el arte, con escenografías que recreaban varias imágenes de la arquitectura de Antoni Gaudí y cuadros de Salvador Dalí, Joan Miró, Diego Velázquez y Francisco de Goya.
Clausura: En la ceremonia de clausura, celebrada el 9 de agosto en el Estadio Olímpico, el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, declaró que los de Barcelona habían sido los mejores Juegos Olímpicos de la Historia. La afirmación fue corroborada por todos los medios de comunicación internacionales y atletas de todos los países, que tuvieron en cuenta la modélica organización, la ausencia de incidentes, la masiva participación de ciudadanos voluntarios, la comodidad y belleza de las instalaciones y, sobre todo, el gran apoyo popular de los ciudadanos barceloneses, que recibieron los juegos con un entusiasmo que propició que la ciudad viviese un gran ambiente festivo durante todo el evento. Una vez apagada la llama olímpica, en medio de una lluvia de fuegos artificiales, Cobi, la mascota española, desapareció cielo arriba, navegando por el aire en un barco de papel. Tras un espectáculo piroartístico, se realizó una presentación musical en la cual participaron Los Amaya, Peret y Los Manolos.

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